lunes, 11 de julio de 2011

No pase pena

"No pase pena" oímos decir a una muchacha guatemalteca en el "bus" que nos llevó de la 14avenida con la 5a calle a "La Pradera", un centro comercial que contrasta con el resto de la ciudad y que bien podríamos haber encontrado en California. "No pase pena" es la respuesta a cuando alguien te da las gracias aquí. La primera vez que lo oímos decir a esta chica del bus, Jair y yo nos sonreímos porque la situación era algo impactante para nosotras, pero no era como para pasar pena: íbamos en una furgoneta de unas 15 plazas y con muy poco espacio libre en la que llegamos a ir 22 personas, las conté. La madre que dio las gracias a la chica iba con dos niños, no quedaban espacios libres y las personas que iban de pie estaban como sardinas, con lo cual nadie se podía levantar para que se sentara ella y/o sus niños. La chica se ofreció a sentar a uno de los niños en la falda, y así lo llevó todo el trayecto. Los repetidos agradecimientos de la madre se sucedían con repetidos "no pase pena". Nosotras, al intuir que llegábamos a nuestro destino (llovía y no se veía demasiado a través del cristal) le preguntamos a la mencionada chica si aquella era nuestra parada y nos dijo (hay que imaginarlo con acento guatemalteco): "No, es a dos cuadras de aquí, yo ahorita les indico, no pasen pena". Volví a sonreír y estuve a punto de decir "no, si pena no paso", pero en cambio dije: "muchas gracias". Y ella "no pasen pena".

Los guatemaltecos son muy amables. Al llegar al centro comercial vimos un restaurante de la cadena "El Pollo Campero". Allá que fuimos, había hambre. Está bien, es como el McDonals pero con pollo y te sirven en la mesa. Allí estábamos sentadas cuando un niño de unos 6 o 7 años se acerca para vendernos caramelos. Le sonreímos y le dijimos que no. En la mesa de detrás mío se sentaba una pareja que en vez de comprarle caramelos le invitó a cenar. El niño se sentó en la mesa de al lado de éstos y comió tranquilamente. La escena fue bastante... inspiradora. Pedimos la cuenta y teníamos que pagar unos 40 quetzales (algo menos de 4 euros) cada una. Yo, que por lo visto estaba más cansada de lo que pensaba, saqué 40 dólares y los puse en el platito tan tranquila. La chica me sonrió y me dijo: "lo único que me está pagando en dólares... yo saldría ganando!". Y lo de siempre: gracias - no pase pena.

En Guatemala estar sentada un rato en el escalón de la puerta de casa es algo revelador. La seguridad vial es algo que no va con ellos. Hemos visto ya a varias personas subidas en la vaca de la furgoneta. Suponemos que es para controlar que las cosas no caigan. Las motos llevan a 3 personas y ninguna va con casco, y eso que los adoquines de la calzada son asesinos... Los bajos de los coches viejos suenan como si el coche se fuera a desmontar allí mismo. Pero los coches, por muy viejos que sean, llevan los vidrios tintados... cómo no. Será por el tema de ajustar cuentas... Pero no pueden haber tantas personas en el mundo de la droga como personas con los coches tintados... Debe de ser una moda. De todas formas, todas las precauciones son pocas. El taxista Marco Antonio nos dijo que en Guatemala mueren asesinadas de 20 a 25 personas al día, pero "no pasen pena, a los turistas no les hacen nada". Sin embargo, a nuestra llegada a Guatemala City acababan de matar supuestamente por error a Facundo Cabral, un cantautor argentino. Cuando nos lo explicaron yo sinceramente no supe cómo reaccionar. Decidí tomármelo con filosofía. Una coincidencia, una fatalidad.

Si soy sincera, tengo que decir que Jair y yo hemos redactado hoy una lista de cosas que queremos comentar, pero creo que es hora de ir acabando. Así tenemos qué contar mañana... Si no es que nuestra lista se duplica, claro! Sólo añadiré otra cosa más: no podemos evitar decir coger. Que si "ayer cogimos el bus", que si "te cojo el lápiz", que si "puedo coger esto?"... Y justo después de decirlo.... "ay, agarrar!". Aún no nos han mirado mal ni se han escandalizado, pero nosotras esperamos conseguir que "el agarrar" nos salga natural de una vez por todas... Lo conseguiremos? Bueno, es el segundo día en Guatemala, así que no pasaremos pena.

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