domingo, 31 de julio de 2011

Conociendo Xela

Buenos días a todos,

Esperaba poder escribir nada más levantarme pero acaba de llegar de nuevo la luz. En otras ocasiones nos dan igual los parones de luz pero esta vez nos ha fastidiado bastante. Ayer fuimos Nacho y yo a comprar a Wallmart e hicimos una gran compra que se nos acaba de descongelar pero bueno, al mal tiempo buena cara.

Empecemos por el día de ayer que fue bastante completito. Para empezar pronto por la mañana Nacho y yo fuimos de excursión a las fuentes georginas. Se trata de piscinas con agua termal que procede de volcán Zunil.

Nada más llegar vimos que había 3 piscinas. Dos muy llenas y en la otra sólo había 2 o 3 personas. Como buenos españoles nosotros dijimos "no nos vamos a meter en estas tan llenas vayamos a la vacía". Una vez cambiados y preparados nos propusimos entrar en la piscina grande y sin gente. Suerte no que nos tiramos de golpe porque hubiéramos salido escaldados. Efectivamente había una razón por la cual estaba tan sola esa piscina y es que ¡¡¡el agua ardía!!!

Una vez teníamos los pies bien escaldados decidimos meternos en las otras piscinas donde la gente se bañaba sin problema. La verdad que estar en una piscina con agua caliente, con un día nublado y rodeado de bosque es una sensación maravillosa.

Cuando decidimos salirnos del agua, llegó un gran grupo de americanos que se tiraron de bomba a la piscina solitaria. Como era de suponer salieron escaldados. La piel roja como un tomate. Nosotros fuimos al bar desde el que se veían todas las piscinas a tomar algo. En ese momento llegó una gran familia de gente del pueblo que sin ningún reparo se metía en la piscina ardiente y lo peor de todo es que metían a los bebes. Era horrible ver como metían a los bebes y estos berreaban. Me pareció un maltrato en toda regla.

Ya cuando llegamos a los Chocoyos nos dimos cuenta que ninguno de los dos llevábamos llaves. Suerte que la novia de Charles, nuestro casero, nos ha abierto la puerta. Una vez habíamos comido, nos habíamos duchado, etc, fuimos al centro comercial La Pradera a comprar comida y a la tienda donde compramos nuestro móvil guatemalteco ya que el viernes dejó de funcionar.

Por la noche al final cenamos en casa porque Cecilia estaba ocupada y no pudimos salir a cenar con ella. Después de cenar decidimos ir a La Parranda. Yo tenía que conocerla. Cuando fuimos a salir de los Chocoyos nos encontramos con Charles que se estaba intentando librar de uno que iba "bolo" y no dejaba de llamar a la puerta. Según nos contó el señor estaba en su panadería y le pedía alcohol a lo que Charles contestaba: "Yo no vendo alcohol vendo pan" pero el señor seguía insistiendo.

 La disco resultó no ser lo que esperaba y tampoco lo que esperaba Nacho. Al llegar allí no había ningún "guiri" todo era gente de la cuidad. La verdad que Nacho quizás estaba demasiado obsesionado pero algo de razón tenía ya que los chicos iban muy borrachos o muy metidos y daban bastante pena. Además había unos que se estaban medio peleando, así que mal rollo.

Decidimos salir de esa discoteca e ir en busca de otras pero el intento fue fallido así que vinimos a casa. Cuando llegamos fui a abrir la puerta y me di cuenta que el cristal estaba roto. Así que dedujimos que el señor que iba "bolo" de tanto insistir lo había roto. Hoy tenemos que indagar sobre esto.

Ya me despido.

Un besazo

1 comentario:

  1. Para mi gusto La Parranda estaba mejor que lo que dicen Nacho y Jair, pero ya se sabe que a mí con que haya una pista de baile ya me basta :)

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